Sinéad O’Connor: Nada se compara a ti



El frío clima de Dublín, Irlanda, los conflictos familiares, los cambios de residencia constantes y la pérdida de su madre posiblemente fueron lo que definió el distintivo sonido de la cantautora Sinéad O’Connor: siempre con aires de soledad, pero llenos de carácter.

Sinéad murió ayer a los 56 años de edad, reportaron medios internacionales, sin dar a conocer los motivos del deceso. 

Su vida transcurrió llena de altibajos, las complicaciones y las constantes peleas con su madre la llevaron a alejarse de ella y mudarse con su padre y madrastra. Pero, su mala conducta, que siempre desafiaba a la autoridad en la escuela, la llevó a estudiar en un reformatorio, profundizando su distancia del lugar donde nació.

Fue con la formación de su primer grupo, Tonton Macoute, nombrado así por las milicias paramilitares haitianas, que la cantante irlandesa comenzó a ganar terreno en la industria musical y a conseguir grandes contratos que le permitieron trazar su propio camino. Aunque su estilo ya estaba influenciado por su pasado.

A ello se sumó el fallecimiento de su progenitora, el cual pese a la lejanía, la devastó al grado de abandonar aquel grupo con el que inició.

Más tarde, su colaboración con U2 la llevó a lanzar su primer éxito. Sin embargo, sus declaraciones afines al Ejército Republicano Irlandés y sus señalamientos a U2 por influir de forma negativa en el rock irlandés no sólo la alejaron de la banda, sino también le generaron muchos detractores debido a sus inclinaciones sociopolíticas.

“The Lion and the cobra”, el primer álbum de estudio de O’Connor, llegó igualmente en tiempos complicados, cuando la cantante tenía apenas 20 años y había quedado embarazada del baterista John Reynolds, mientras era presionada por la disquera para abortar, decisión que no tomó.

Con el sencillo obtuvo su primer disco de oro y una nominación al Grammy por Mejor interpretación femenina, y a partir de ahí todo subiría rápidamente para la irlandesa.

Su sonido nostálgico y melancólico junto a su gran capacidad vocal fue la clave de su éxito mundial con el lanzamiento de “Nothing Compares 2 U” -nombrado el sencillo número uno del mundo en 1990 por los Billboard Music Awards- y “I Do Not Want What I Haven’t Got”.

Con este último tuvo cuatro nominaciones al Grammy incluyendo mejor grabación del año y varias certificaciones de platino por parte de la disquera que la auspiciaba.

Desde entonces, durante los años noventa, O’Connor participó junto a artistas como Roger Waters, Peter Gabriel, e incluso llegó al corazón de Latinoamérica en el marco del término de la dictadura en Chile de Augusto Pinochet, mientras en Irlanda continuaban los conflictos: una situación bélica que también terminó trastocando a ella y a su música.

A nivel personal

La artista nació el 8 de diciembre de 1966 en Dublín, fue diagnosticada con trastorno bipolar, se casó cuatro veces y tuvo cuatro hijos. En enero de 2022 enfrentó uno de los momentos más complicados de su vida tras ser ingresada en el hospital por la trágica muerte de su hijo Shane, a los 17 años de edad.

Sinéad publicó en Twitter, en esa ocasión, que sentía que “la muerte de Shane no fue culpa de nadie más que mía”, y compartió con sus seguidores que estaba en el hospital después de considerar también quitarse la vida.

Su tuit decía: “Lo siento. No debí haber dicho eso. Ahora estoy con la policía de camino al hospital. Lo siento, molesté a todos. Estoy perdida sin mi hijo y me odio a mí misma. El hospital ayudará un tiempo. Pero voy a encontrar a Shane”, expresó, de acuerdo con el medio británico “Daily Mirror”.

Ayer, la noticia de la muerte de la cantante fue dada a conocer por la familia de O’Connor a través de un comunicado dirigido al diario local en el que pedían privacidad y empatía en estos difíciles momentos.

“Con gran tristeza anunciamos el fallecimiento de nuestra amada Sinéad. Su familia y amigos están devastados y han solicitado privacidad en este momento tan difícil”, publicaron.

       

Último mensaje en redes sociales

El dolor por la muerte de su hijo, Shane O’Connor, acompañó a Sinéad O’Connor hasta el último día de su vida. Desde el día de la tragedia, en enero del 2022, la cantante fue muy abierta con sus emociones y ya era habitual que hiciera uso de sus redes sociales para hablar al respecto.

Es por ello que, hace tan sólo unos días, cuando publicó un sentido mensaje sobre cómo habían sido desde la partida del joven de 17 años, nadie se sorprendió; lo que tampoco nadie se imaginaba es que una semana después la cantautora irlandesa también perdería la vida.

“He estado viviendo como una criatura nocturna no-muerta desde entonces (la muerte de mi hijo). (Shane) Fue el amor de mi vida, la lámpara de mi alma. Éramos un alma en dos mitades. Él fue la única persona que me amó incondicionalmente. Estoy perdida sin él”, escribió junto a una fotografía en donde ambos aparecen abrazados.

Si bien trataba de sobrellevar las horas y continuar adelante, Sinéad jamás dejó de pensar en su hijo y tampoco ocultó lo mucho que le había afectado su muerte. En un video publicado a principios de este mes, la intérprete accedió a mostrar parte de su apartamento a sus seguidores, y aunque trató de dar su mejor cara, tomó un tiempo para hacer énfasis en su apariencia, la cual calificó como un desastre. Esta fue la última vez que el público vio con vida a la irlandesa.                     

Agencias

 

Rompió la foto del Papa

Sin duda, la cantante irlandesa desafió a diversas figuras sobre el escenario, pero uno de los momentos más polémicos de su trayectoria ocurrió cuando rompió una fotografía del Papa Juan Pablo II. Su extraordinaria voz la llevó a la fama, hasta el punto de ganar diversos reconocimientos. En la década de los 90 lideraba las preferencias musicales de la audiencia en Estados Unidos y a nivel internacional. Pero pronto se colocó en el escrutinio público luego de presentarse en el show “Saturday Night Live”. Sinéad O’Connor fue invitada al programa estadounidense el 3 de octubre de 1992. Ahí realizó un acto que la hizo descender de la cumbre del éxito en cuestión de segundos.

La cantante realizaba una versión a capela de la canción “War” de Bob Marley, que O’Connor se permitió modificar en algunas de las líneas de la letra de la pista y tenía al público conmovido con el performance. Sin embargo, de pronto sacó una fotografía del Papa Juan Pablo II y la rompió en pedazos mientras miraba desafiante a la cámara. En seguida dijo “lucha contra el verdadero enemigo”.

La acción de Sinéad O’Connor no fue bien recibida por la audiencia, incluso se desataron protestas en contra de la polémica cantautora que para ese entonces tenía 26 años.

A lo largo de su trayectoria se caracterizó por ser una de las pocas mujeres que se atrevía a romper con los estándares establecidos. Pero el acto también significó el ocaso de su carrera artística. Durante esa misma noche, decenas de feligreses reclamaron al estudio de “Saturday Night Live” la polémica aparición de O’Connor. 

De igual manera, tuvo que enfrentarse a manifestaciones por el que fue considerado como uno de los mayores ataques “la máxima figura de la Iglesia Católica”.

Años más tarde recordó aquel amargo episodio y en su documental biográfico “Nothing Compares” declaró que fue un acto de protesta contra el abuso infantil, así como las víctimas y familias silenciadas por la institución eclesiástica.

En 2018 decidió convertirse al Islam en lo que nombró públicamente como “la conclusión natural de cualquier viaje teológico inteligente”. A partir de entonces pasó a llamarse Shuhada, abandonando por completo la fe católica de la que había renegado años atrás. A nivel laboral, siguió usando el nombre de Sinéad O’Connor.

 

La despiden en redes

Tras darse a conocer la triste noticia, las redes sociales se llenaron de tributos a la cantante irlandesa Sinéad O’Connor. 

Entre los primeros que lamentaron la muerte de una de la voces más icónicas de la música de las últimas tres décadas fue el primer ministro irlandés, Leo Varadkar, quien extendió sus “condolencias a su familia, amigos y a todos los que amaban su música”.

“Su música era amada en todo el mundo y su talento era inigualable e incomparable”, escribió el jefe del Gobierno dublinés en Twitter. 

El músico Tim Burgess, de la banda The Charlatans, aseguró que Sinéad era la “la verdadera encarnación del espíritu punk” y recordó que nunca “se comprometió”, una actitud vital “que hizo que su vida fuera una lucha”.

“Espero que haya encontrado la paz”, agregó Burgess sobre su muerte, cuyas causas la familia no ha precisado.

El director de cine irlandés Mark Cousins celebró que O’Connor haya representado “el lado salvaje irlandés” y que haya “formado parte de nuestras vidas imaginadas”.

La escritora irlandesa Marian Keyes calificó la pérdida de la cantante de “desgarradora”: “Cuánto ha sufrido. Pobre, pobre Sinéad. Descansa en paz maravilla única, increíble, valiente, preciosa”. 

 

CT

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